
Facturas de luz, teléfono, agua, internet, televisión, impuestos, seguros, aranceles… dinero para la administración, para el colegio o la guardería de los niños, para el carro…
El pago de las cuentas puede ser frustrante. No sólo por la carga financiera, sino también por su seguimiento y porque el gasto imprevisto llama a la puerta, precisamente cuando tenemos el dinero justo para el pago de la factura o el impuesto.
La mayoría de las personas de alguna manera logran lidiar con las cuentas regulares que recordamos más fácilmente, porque vienen todos los meses. Pero si contamos los gastos esporádicos o casuales, o los viajes no programados en los puentes de fin de semana, el problema se vuelve obvio.
Con la mano en el corazón di si alcanzas a pagar todo a tiempo. ¿Has caído en alguna de las siguientes situaciones?
- Debes “congelar” el uso del carro por un tiempo determinado, porque no se renovó el seguro a tiempo y justo ahora no tienes el dinero.
- Algún imprevisto enreda tanto las finanzas personales, que al final acumulas cuentas por pagar por falta de recursos.
- Te cortan el servicio de teléfono, internet y peor aún la luz, porque se venció el plazo de pago a tiempo.
Si no te ha pasado nada de eso, ¡felicitaciones! Posiblemente eres experto financiero o puedes pensar en hacer la carrera. No obstante, eso no es garantía y mantener el ritmo de los pagos de cuentas a tiempo es cuestión de organización. La falta de dinero puede ser corregida con la ayuda de Credissimo Salario con montos hasta de $850.000. Pero si te hace falta organización, el acceso a recursos financieros no solucionará el problema.
Poner en orden las cuentas por pagar
En primer lugar, tienes que hacer un calendario de pagos: mensual y anual. Suena complejo, pero te tomará tiempo realizarlo sólo la primera vez. Mira como:
- Anota las fechas de vencimiento para cada una de tus facturas mensuales. Seguramente debes estar acostumbrado, que el recibo de luz llega para “tal fecha” y la factura de teléfono para “fin de mes”. Si las escribes todas, la imagen se volverá mucho más clara que si los tuvieras en cuenta sólo en tu mente. Eso te hará consciente de las deudas en todo momento, y no te sorprenderás con el paso del tiempo. Al recibir tu salario mensual, comienza a pagar las facturas más próximas a vencer, y para las demás, separa el dinero y realiza el pago en días cercanos a las fechas de vencimiento. De esa manera no gastarías todo el dinero y dejarías remanente para los pagos en la segunda mitad del mes. Trata de apuntar todos los gastos. Hay pagos que a veces omitimos, como por ejemplo la administración, pero no es bueno que se acumulen, simplemente porque se pueden acumular.
- Revisa todos los pagos regulares y también los ocasionales. Chequea mensualmente lo que te espera en los próximos dos o tres meses, para poder reaccionar oportunamente y ahorrar el dinero necesario.
- No dejes que nada te sorprenda: también anota en tu calendario financiero las fechas en las cuales surgen gastos ocasionales que pueden desequilibrar tu balanza económica. Esos pueden ser cumpleaños y otras festividades, inicio del año escolar, posibles viajes y vacaciones, sucesos esperados como matrimonios o nacimientos en la familia. Apunta todo lo que se te ocurre, y también revisa las anotaciones con regularidad, para que no corras en el último momento.
- Una vez que hayas preparado el calendario financiero con facturas y gastos, intenta quitar de tu mente el pensamiento de “qué sigue”. Automatiza una parte o la totalidad de tus facturas para que puedan "pagarse por sí mismas" el día de vencimiento, por débito automático de tu cuenta bancaria. Instala una aplicación que te recuerde lo que sigue. Usa las opciones de pago en línea, bien sea por internet, banco móvil u otra plataforma financiera.
¿Cómo actuar cuando el plazo ya está vencido?
Incluso cuando tienes el sistema de seguimiento de gastos financieros más estricto, el riesgo de vencimiento del plazo de pago siempre existe. Pero, ¿cómo actuar frente a los plazos vencidos?
En primer lugar: ¡Sin pánico! Para cada situación hay varias salidas, pero el pánico no es una de esas.
- Revisa tus finanzas actuales y los gastos próximos. ¿Hay algo en lo que puedas ahorrar? A veces se trata de $25.000 pesos, que pueden ser ahorrados de tus gastos diarios por un periodo de tiempo.
- ¿Qué pagos puedes retrasar y cuáles no? Está claro que hay algunos pagos que no pueden esperar, pero otros sí. El punto es que luego se acumularán 2 o 3 pagos al tiempo, por tanto tu planeación financiera necesariamente debe incluir mínimo uno o dos meses de antelación.
- ¿Existe algo en que no hayas pensado o que te puede sorprender? Si el próximo mes vas a realizar el pago doble por algún concepto, no es buena idea incluir, además, gastos por algún cumpleaños, por ejemplo.
Si la situación es inesperada para ti y ves difícil resolverla con sólo reajustar tu presupuesto, es mejor que pienses en un préstamo rápido con Credissimo. De esa manera puedes cubrir tus pagos de hasta $850.000 con la opción “Salario”, o hasta $2.000.000 con la opción “Credissimo Plus”, si tienes diferencias económicas más serias. De esa manera puedes reprogramar el pago de los montos en un periodo de hasta 12 meses, mientras tus finanzas se encarrilan nuevamente sobre los rieles.