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Las compras y el ahorro rara vez combinan en una oración y generalmente los consideramos mutuamente excluyentes. Si queremos ahorrar, a menudo nos abstenemos de comprar, pero esta estrategia rara vez dura mucho. Todos somos conscientes de que incluso las compras con descuento pueden jugarnos mala pasada y provocar que gastemos mucho más de lo previsto solo porque ahora es rentable. Buscar la mejor oferta para un artículo solicitado puede llevarnos tanto tiempo que casi no vale la pena el costo más bajo, debido a la pérdida de tiempo y los nervios desgastados. Pero para todos estos obstáculos hay trucos relacionados con la buena planificación, el enfoque inteligente, la suficiente paciencia y disciplina.
Todo esto está relacionado en gran medida con los hábitos y el temperamento, por lo que no es una buena idea llegar a los extremos y volverse demasiado estricto con uno mismo. Esta sería la ruta más corta hacia el fracaso y ahorrar en las compras es una estrategia a largo plazo, no una caminata al centro comercial. Date tiempo suficiente e introduce los nuevos hábitos de uno en uno. Una vez que hayas avanzado, incluso puedes experimentar con las tácticas de "prohibición de compra", pero esa más adelante. Aquí es dónde y cómo iniciar:
Empezar a planificar
Planear en perspectiva puede ser un poco fastidioso al principio, pero es extremadamente importante.
- Planifica tu menú y comida para una semana adelante, para que tengas más claro lo que necesitas comprar en el supermercado y así no vagarás ni llenarás con lo que caiga en tu carrito. También reducirá la cantidad de alimentos botados. Además, comprar una vez durante un período de tiempo más largo ha demostrado un ahorro en dinero.
- Haz listas de todo y trata de apegarte a ellas. En ellas incluye solo cosas básicas y necesarias.
- "Planea las rebajas", se sabe de antemano cuándo hay una gran oferta en las tiendas de ropa, zapatos y otros artículos que no son alimentos. Lo más probable es que ya te has aprovechado de estas, pero ¿las tienes en mente de antemano? Esto también significa que tienes que reservar la cantidad de dinero con anticipación y no preguntarse en el último momento cómo abstenerte de alguna compra beneficiosa. Y aquí es válida la regla de hacer listas. ¿Necesitas X cantidad de ropa, un par de zapatos, un secador de pelo nuevo? Anótalo y luego no te distraigas.
- Planifica las celebraciones y fiestas. Si realizas un plan de regalos para cumpleaños, aniversarios, Navidad, etc. en una etapa temprana, no tendrás que buscar en el último momento qué comprar, ni hacer compromiso con los regalos o su costo. También puedes planificar tus presupuestos para las festividades, ya sea para atender invitaciones o ir a restaurantes. Por ejemplo, si deseas sentirte cómodo en las vacaciones de Navidad y Año Nuevo, comienza a pensar en ellas de ahora en adelante.
Disciplínate a ti mismo
La parte más difícil es resistir las tentaciones cotidianas. Para cada persona funcionarán diferentes estrategias y tú tendrás que averiguar qué funciona mejor para ti, no obstante aquí hay algunas ideas.
- Si tu carácter es débil cuando entras para "solo mirar" en una tienda, simplemente no entres. O al menos, hasta que te acostumbres a resistir la tentación.
- Beneficioso y necesario no necesariamente van de la mano. No vale la pena comprar todo lo que está en rebaja o a un buen precio. Siempre pregúntate: "¿Realmente necesito esto y debería tenerlo ahora?" Y si la respuesta es: "Más bien no", simplemente pasa por alto, aun si tu corazón lo atrae a gastar el dinero.
- Lo anterior no se aplica en los casos en que tu compra está involucrada de alguna manera en tus planes. Por ejemplo, si piensas comprarle un hermoso chal a tu suegra y lo ves en rebaja en octubre, aprovecha y prepárate desde ya.
- Compensa tus "errores": Es bastante normal y humano no funcionar como un soldado y gastar dinero demás. En lugar de culparte a tí mismo, piensa cómo compensar la suma, con tus gastos diarios o evadiendo otra compra.
- Es difícil estar hambriento, triste y además disciplinado. Así que no vayas a un supermercado o una tienda de comestibles con el estómago vacío. No vayas de compras si estás de mal humor, porque corres el riesgo de usarlo como tratamiento y exagerar. Después de eso es posible que hayas mejorado tu estado de ánimo, pero tendrás una sensación de culpa y gastarás dinero innecesariamente.
Vivimos en línea, no lo olvides
Hay diferentes tipos de personas: algunas usan compras en línea para todo y casi no compran en tiendas "normales", otras aún no están lo suficientemente seguras o tienen alguna mala experiencia y prefieren caminar hasta que sus pies se cansen. Los terceros, por supuesto, están en el medio. Sin embargo, si eres escéptico con respecto a las compras digitales, no significa que no puedas utilizar Internet para optimizar el proceso.
- Suscríbete a tus marcas o tiendas favoritas por correo electrónico o síguelos en las redes sociales para mantenerte al día con sus promociones.
- Aprovecha los programas de fidelidad, los suscriptores a menudo obtienen opciones de descuento personalizadas.
- Compara los precios en línea antes de comprar en la tienda. Es mucho más fácil de hacer y saber dónde comprar que recorrer varios lugares a pie. Hoy en día, tienes acceso a toda la información, incluso puedes elegir los supermercados de alimentos mirando sus ofertas actuales en línea.
- Aprovecha la oportunidad de comprar a nivel global. Por ejemplo, está claro que buena parte de los productos chinos vendidos (desde ropa hasta cosméticos, equipos o artículos para el hogar) se pueden encontrar en Aliexpress con precios muy convenientes. Solo infórmate cómo comprar desde allí y ten en cuenta que tu compra puede demorarse de uno o dos meses. Artículos deportivos del Reino Unido, suplementos alimenticios de Estados Unidos, Cosméticos blancos de Corea del Sur... La elección es enorme, y en los foros también puedes encontrar grupos de compras colectivas para una entrega más barata.
Prohibición de compra (Shopping Ban) o abstinencia por un año
La prohibición de compras (Shopping Ban) es un término emergente introducido por la científica canadiense Kate Flanders, autora de un blog y libro que cuenta los 12 meses que vive de forma mínimalista, ahorrando y casi no comprando. El experimento parece complicado para la psique pero útil como experiencia y, según Flanders, trae sentido de libertad. Durante su prohibición de compras, ella ha superado los malos hábitos, ha aprendido a compartir y pedir prestado, remendar y reparar y con todo esto comienza a ver lo que es valioso en ella misma, no solo en los objetos que la rodean. Aquí están sus consejos:
- Lleva un registro de tus gastos: no puedes entender exactamente cuáles son tus malos hábitos de gastos, si no los observas. Flanders recomienda que los anotes a mano durante al menos un mes. Según ella, las aplicaciones telefónicas o en registro en la computadora no tienen el mismo efecto que escribir en una hoja.
- Revisa tu hogar para que puedas averiguar fácilmente qué es en lo que te estás gastando más dinero. Podría ser ropa, zapatos, libros o... cajas vacías de coca-cola. Sea lo que sea, ponlo en la lista de prohibidos. Y la segunda parte es botar lo que está en exceso.
- Forja tus propias leyes. A menos que te mudes al bosque, no podrás deshacerte de todos los gastos. Así que establece tus reglas: qué y cuándo puedes comprar. Junto con la lista de "prohibidos", Flanders ha realizado una de sus compras autorizadas. Por ejemplo, un par de botas una vez al año, salir a un restaurante por cada tiempo determinado o establecer un número fijo de viajes.
- Sé honesto contigo mismo y no hagas exigencias imposibles. Determina con cuidado el período de prohibición de compras, no necesariamente debe ser un año, puede ser de solo 30 días o algunos meses.
- Busca el apoyo de amigos o familiares con quienes puedan realizar juntos la iniciativa.
- No pierdas de vista el marco general. Flanders logró ahorrar 14 mil dólares al año y aconseja siempre recordar el gran objetivo. Ese se olvida fácilmente con el día a día y es por eso que a menudo necesitas repetirte hacia dónde te diriges.
¿Y tú para qué quieres ahorrar? ¿Para un viaje, para una compra más grande o simplemente porque no quieres terminar cada mes en rojo? En el período de transición, y mientras te acostumbras a hacerlo, puedes equivocarte, pero según Flanders, no debes rendirte solo acepta que una vez te tentaste y sigue adelante. Hasta entonces, y si necesitas fondos para finalizar el mes para pagar una deuda o comprar algo urgente, los préstamos en línea de Credissimo siempre están disponibles. La opción Salario presta hasta $ 850.000. Y con Credissimo Plus puedes obtener hasta $ 2.000.000 para devolver en hasta 12 meses en cuotas convenientes, que no confunden tu presupuesto y no obstaculizan los planes de ahorro.