
Es septiembre, y aquí estamos, a más de la mitad del año, de nuevo pensando en reparaciones locativas o en aquellas ideas decembrinas de la última Navidad que giraron en torno a hacerle mejoras al hogar. Sin embargo, es muy probable que tu presupuesto aún no se haya recuperado de las excursiones, vacaciones y caminatas de la Navidad pasada, y entonces podrías estar considerando posponer esas ideas por algunos meses más.
Habitualmente asociamos las reparaciones con largas disputas con obreros, con mucha suciedad y, casi como algo inevitable, con más dinero del que anticipamos gastar, en especial, si se trata de arreglos o de mantenimientos más a fondo, ya sea en toda la casa o en una parte de esta. A pesar de lo que implican los arreglos, al fin de cuentas estos le aportan más frescura y comodidad al hogar, ya que las habitaciones y los muebles también se deprecian. En otras palabras, no debería haber nada que te impidiera hacer un trabajo de reparación rápida en esta época del año, para que puedas tener unas buenas vacaciones de Navidad y Año Nuevo, sin tener que dejar para después esta tarea tan importante.
Rápida o no, la reparación siempre requiere dinero; sin embargo, con algo de ingenio se puede reducir el presupuesto hasta un nivel muy razonable y, al mismo tiempo, lograr resultados espectaculares.
El presupuesto es lo primero
Siempre es una buena idea empezar pensando en el dinero del que dispones para este fin. Por un lado, no tendrás la tentación de exagerar y, por el otro, podrás realizar un seguimiento de los costos reales y, si es necesario, recalcular. Como ya dijimos, las transformaciones en el hogar son un escenario donde es muy probable, casi obligatorio, que el costo total exceda al planeado. Pocas personas pueden presumir de haber logrado encajarlo en el marco establecido. Para anticipar tal escenario, te sugerimos establecer un presupuesto tan pequeño como puedas, y disponer de un colchón de reserva para contingencias. Luego, comienza a buscar materiales, servicios o artículos que puedan ajustarse a tu presupuesto.
Divide y reinarás
Si tienes que planificar tú mismo la reparación, es bueno planear qué debes y puedes hacer ahora, y qué puedes dejar para después si no es tan importante. Haz un plan de renovación para cada una de las habitaciones y ten en cuenta que a menudo los pequeños cambios pueden hacer una gran diferencia.
Cambiar el color de paredes o puertas, traer nuevos elementos a la decoración, reemplazar algunos muebles, incluso cambiar solo los candelabros o la iluminación, todo creará una sensación de nuevo, sin tener que hacer una remodelación completa; sin embargo, para que no tengas que rehacerlo después de un tiempo, es una buena idea tener una imagen general clara.
Tiempo para explorar
No es aconsejable echar mano de lo primero que se te aparezca. A menudo encontrarás en diferentes tiendas artículos similares que tienen una diferencia de precio significativa. A veces no es una buena idea elegir lo más barato si el compromiso con la calidad es demasiado grande. No obstante, hay casos en los que aunque las variaciones en las formas son insignificantes, la diferencia en el precio puede ser significativa. Dedica suficiente tiempo tanto al estudio de costos en sí, como a un cierto período de espera en el que puedas encontrar en los almacenes descuentos ocasionales en los productos que necesitas.
Hazlo tú mismo o con un amigo
No todos son buenos para pintar o empalmar cables, pero, sea lo que sea que necesites, es casi seguro que no podrás hacerlo todo solo, y probablemente tendrás que pedirle ayuda a un amigo o a un conocido habilidoso; sin embargo, cuando estamos hablando de reparaciones locativas, del reemplazo de azulejos en el baño o de los gabinetes de la cocina, esto puede requerir la ayuda de una mano experta. Puedes consultar en sitios seguros en Internet, para obtener inspiración y consejos para implementar de forma adecuada la reparación.
Es momento de ponerse manos a la obra
Todo lo que tienes que hacer es materializar tus planes. A continuación te presentamos algunas ideas y trucos para tener en cuenta al momento de planificar una solución rápida:
- Las puertas son la entrada a una casa, y muy a menudo pasamos por alto su apariencia. Incluso si no las cambias, tienes la oportunidad de pintarlas en un tono inusual. La diferencia te sorprenderá.
- El color de las paredes afecta ópticamente tanto la percepción del espacio interior como de la luminosidad. A menudo, las personas se equivocan al elegir un color solo porque es de su preferencia. Sin embargo, lo que importa es qué tan luminosa es la casa y cómo son los muebles. Por ejemplo, si los muebles son oscuros, puedes apostar por tonos pálidos o por blanco clásico para las paredes. Si los muebles son claros o blancos, puede usar con seguridad colores más oscuros y pesados para las paredes, sin crear una sensación deprimente en el ambiente.
- A menudo pasamos por alto los techos, y aunque estos tradicionalmente son blancos, esto no es obligatorio. Puedes convertir precisamente el techo de la habitación en un acento, eligiendo un color diferente para pintarlo.
- Una de las formas más exitosas de hacer que las habitaciones se vean más espaciosas, más livianas y más refinadas es por medio del uso de espejos. Combina diferentes tipos y tamaños: espejos enmarcados, espejos de armario, en puertas. Úsalos incluso en reemplazo de cuadros o pinturas murales.
- Reemplaza la iluminación. Elegir las lámparas y los candelabros correctos puede cambiar drásticamente el aspecto de una habitación, incluso si es lo único que puedes hacer por ella.
- La renovación de los muebles existentes puede aportarle singularidad a tu hogar. ¿Es posible volver a pintar los gabinetes de la cocina o los armarios en lugar de reemplazarlos por otros nuevos? Si es así, entonces, ¿por qué no probar la forma más fácil?
- El baño es a menudo uno de los lugares más difíciles y costosos de reparar, pero con un poco de ingenio, puedes hacerlo más acogedor. Nuevos accesorios, un cambio de grifería o de ducha, un nuevo gabinete, todo eso cambia las percepciones del lugar. Puedes, por ejemplo, simplemente cambiar el color de la masilla en las junturas de los azulejos por uno de contrastante, y tu baño se verá completamente diferente. La pintura para masilla se vende en las tiendas.
Incluso cuando no planeas una renovación total en el futuro cercano, con los trucos anteriores puedes transformar tu hogar con un presupuesto muy razonable. Sin embargo, si en algún momento los fondos que necesitas para hacer todos los cambios que deseas resultan insuficientes, esto no es problema, porque puedes contar con los préstamos rápidos de Credissimo: hasta 850.000 pesos para una opción de préstamo hasta la próxima quincena, con “Credissimo Salario”, o hasta 2.000.000 de pesos con cuotas convenientes de hasta 12 meses, con “Credissimo Plus”.