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Siete hechos históricos sobre los créditos - Parte I

de Credissimo Colombia | 04.07.2019
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Siete hechos históricos sobre los créditos - Parte I

Hoy, los créditos nos son tan familiares como el agua caliente o la rueda. Pero, ¿de dónde vinieron y cómo llegaron a la forma que los vemos ahora? Veamos primero qué es el crédito en pocas palabras:

Un crédito es un préstamo otorgado por una persona u organización a otra persona u organización. Este genera un "interés", que es la compensación financiera que el prestatario paga al prestamista por usar el recurso. Estos dos conceptos serán importantes en los siguientes párrafos.

Veremos personalidades bíblicas y antiguos gobernantes que hablaban del tema, además que la tasa de interés del 100% era permitida, “los mercados” donde se podrían conseguir, quién prohibió la usura y por qué aun así se seguían pidiendo préstamos.

La tarea de encontrar las raíces del crédito es difícil, casi imposible. Prestar cosas y recursos es la segunda naturaleza del hombre y no podemos decir cuál es exactamente el origen de los préstamos financieros de hoy. No obstante, los registros históricos pueden ayudarnos con algunos datos interesantes sobre el historial de crédito y su evolución.

1. Información de la Biblia

En este libro antiguo se pueden encontrar varios testimonios sobre cómo los préstamos han existido como práctica. Por ejemplo:

El hombre rico gobierna a los pobres, y el prestatario es el servidor del prestamista. (Proverbios 22: 7)

No solo eso, obviamente también existía la tasa de interés como recompensa por el préstamo.

No cobrarás interés a tu hermano: interés sobre dinero, alimento, o cualquier cosa que pueda ser prestada a interés. (Deuteronomio, 23:19)

Ambas citas son parte del Antiguo Testamento. El primero es parte de la Sabiduría y los Proverbios del rey Salomón, y el segundo es uno de los pactos de Moisés. En otras palabras, datan de los siglos X y XIII a.C. O sea, esto es de hace 3000-3300 años. Y esas citaciones no son las únicas. El Libro Sagrado está lleno de citas que, de una u otra manera, están relacionadas con créditos y préstamos.

2. India y Babilonia

Mucho antes, sin embargo, en la antigua Babilonia, el rey Hammurapi creó las primeras leyes en la historia de la humanidad, la base de las normas de la civilización de hoy. En su código normativo, por primera vez, se estableció un tope en las tasas de interés de los préstamos. Por lo tanto, el interés sobre un préstamo de trigo, crédito común en ese momento, no debía exceder el 30% y la tasa de interés de la plata era del 20%, más tarde del 25%. Lo descrito se desarrolló en el siglo XVIII antes de Cristo.

Y si crees que no podemos volver más atrás, sí podemos. En el siglo XXIV a.C. se forman en la India los primeros cánones del Manu, también conocidos como las Leyes de Manu, no eran tan en estricto sentido como las de Hammurapi, de 600 años después. En el de Manu, en forma de poemas, hay reglas de "piedad" que los antiguos indios han tratado de respetar. Según una de ellas, no es deseable que el interés del préstamo supere el 24%.

En otras palabras, préstamos con intereses definitivamente ha habido unos 5.000 años antes de nosotros.

3. Hasta el 100% de interés en la antigua Grecia

Varios siglos antes de la Nueva Era, los comerciantes, los terratenientes o los particulares y, a veces, el mismo estado proporcionaban préstamos. Este es también el caso en la antigua Grecia. Las tasas de interés de los préstamos oscilaron en torno al 12%, pero podrían alcanzar el 100%. La razón era que muchos marinos mercantes no podían financiar su propia navegación y pedían prestado al Estado o los comerciantes, a los que luego vendían la mercancía. Y dado que la navegación marítima era un oficio arriesgado, a menudo la tasa de interés era tan alta.

4. Los primeros bancos plebeyos en Roma y el “mercado” de crédito

En la antigüedad, muchos imperios tenían "bancos estatales" centrales y regionales, donde se preservaban el trigo, el oro y otros materiales. El crédito se realizaba principalmente entre estas autoridades centrales, políticos, individuos acaudalados y entre ellos. Los primeros comienzos de los bancos comerciales como los conocemos hoy aparecen en Roma.

Todo comenzó con la apertura del primer banco público, nuevamente, del Estado, cuya idea fue proporcionar acceso a recursos financieros a las personas comunes, los plebeyos. La acción se remonta a alrededor del año 350 a.C. y sólo tres décadas más tarde aparecen los primeros testimonios sobre "mercados de crédito" privados. Los prestamistas, en su mayoría comerciantes, apilaban sus “puestos” en unas gradas largas en plaza, llamadas “bancas” (bancu), lo que dio origen del nombre actual del banco. A menudo, en lugar de otorgar préstamos, se intercambiaban divisas, pero esa actividad en su conjunto no se desarrolló rápidamente en los próximos siglos.

5. El cristianismo: fin del prestamismo durante 13 siglos

Con la difusión del Cristianismo, el mundo comienza a cambiar de forma significativa, aunque lentamente. En el año 325 d.C. el emperador romano Constantino I llamó al Primer Concilio Ecuménico en Nicea. Una de sus decisiones fue la prohibición para que los sacerdotes participaran en los asuntos de préstamos. La acumulación de intereses, cualquiera que sea, y durante cualquier período, se consideró usura y se prohibió. Más tarde, esta "estigmatización" se expandió también a la gente común. Todos los señalados de ser usureros, aquí hasta un 1% de interés era considerado usura, fueron expulsados ​​y se prohibía para ellos un funeral cristiano.

Naturalmente, los préstamos continuaron existiendo, ilegalmente, en secreto o modificados. Al igual que el crédito Lombardo, inventado en Lombardía, Italia, en donde se prestaba a cambio de un título de propiedad, valores u otros. En la práctica, prestamistas y acreedores han estado en todas partes, a menudo recorrían las ciudades y no se quedaban, simplemente no formanban parte de una institución. En el siglo XIII, el rey Eduardo I organizó la persecución masiva y las ejecuciones de los judíos, exponiendo como razón de ello la usura. Lógicamente, sus dineros y bienes fueron apropiados por la corte real.

Pero, ¿qué hacían al mismo tiempo Eduardo I y otros reyes, y los sumos sacerdotes del Vaticano con los banqueros italianos? Prestaban créditos.

6. Los bancos italianos y sus préstamos "prohibidos"

Mientras que el mundo cristiano estaba luchando formalmente con la usura, sus líderes no se alejaron de la banca. La razón es que en algunas partes de Italia surgieron bancos emergentes de familias ricas que lograron operar, pasando por alto las prohibiciones papales. Ya se mencionaron los banqueros lombardos y su método de préstamo contra un título valor. Su práctica pasó por Francia a todo el norte de Europa.

Al mismo tiempo, sin embargo, en Venecia y especialmente en Florencia, no jugaron poco, sino que varios papas, reyes, ministros, políticos, figuras públicas y comerciantes prestaron justo a aquellos, a quienes tenían prohibido cobrar intereses: al Vaticano e Inglaterra, incluido el rey Eduardo I, el que está en contra de los usureros. Naturalmente, los líderes estatales y espirituales no pagaban intereses, pero sí "renta" o le daban a los banqueros "familiares", un prototipo de los oligarcas bancarios de hoy, una serie de privilegios de los que ellos mismos captaron.

Siguiendo el “modelo italiano”, en el siglo XV aparecen los primeros bancos públicos en España y Alemania, con una actividad muy limitada.

Hasta que un día comenzó el auge del protestantismo.

7. La reforma devuelve los créditos

En el siglo XVI la Reforma alcanzó su punto culminante. Un siglo antes, una corriente protestante se opuso a la Iglesia Católica Romana e insistió en reducir su influencia en los procesos sociales.

El punto de quiebre vino con una fuerte caída en las tasas de interés clave, aquellas que determinaban el costo del dinero estatal. Como parte de este proceso, los préstamos comenzaron a resurgir; primero en Holanda, luego en Inglaterra. Hay un proceso de cambios en las leyes, en los techos de interés, las prohibiciones y la restauración de préstamos. Gradualmente, surgieron los inicios del sistema bancario en el norte de Europa.

Siguiendo los cambios producidos por la Reforma, entre los siglos XVII y XIX, la banca se desarrolló rápidamente y se formó como el sistema que ahora conocemos. Los bancos centrales aparecieron en este período, como una institución reguladora y ya no como un almacén de oro. Surgieron diferentes modificaciones de las actividades bancarias como depósitos, intercambio de divisas y diferentes tipos de préstamos. Pero sobre eso, leerás más en la siguiente parte del artículo. Y si a la fecha, en el pleno siglo XXI necesitas préstamo, ya lo sabes: es la hora de los préstamos rápidos. Dado que Credissimo va a la par con el tiempo, Credissimo Plus es accesible con unos pocos clics y completamente en línea.

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